La Carpocapsa o barrenador del manzano producido por la invasión del lepidóptero (Cydia pomonella L.) es una de las plagas que más daños provocan en plantaciones de manzano, y otros cultivos como el membrillero, nogal o peral, llegando en algunos casos a ocasionar la pérdida completa de la cosecha, pasando desapercibida la invasión hasta el punto de que su detección tardía impide acciones que podrían salvar la cosecha, al menos parcialmente. En dependencia de las regiones y las condiciones climatológicas en los diversos países o zonas regionales donde este lepidóptero es más activo, puede suceder que las diferentes generaciones de Carpocapsa actúen de modo aislado o secuencial, sucediéndose así desde una generación en zonas de llanura y cercanas a bosques hasta un máximo de tres generaciones del insecto en zonas de altiplano, altitudes por encima de 1.200 metros y alta humedad relativa persistente, como en ciertos países de América Latina. 

La oruga pasa el periodo de invernación en grietas de los árboles y otros lugares que sirven como reservorio insectario en estado de diapausa. Así cuando las temperaturas primaverales elevan los grados – día y las condiciones de luz y humedad son las más propicias, se inicia el periodo de transformación en pupas, que resulta en un paso previo a la eclosión de los adultos primarios. La primera generación de adultos eclosionan en el mes de Abril habitualmente con poca variación estacional en cuanto a los días del mes realizando la primera puesta de huevas sobre ramas, hojas y frutos. De ocho a doce días transcurridos desde esta primera puesta, las orugas eclosionadas penetrarán en los frutos, lugar éste en el que completarán su desarrollo larvario. Al final del mismo, salen del interior del fruto con destino a las hojas u otros refugios en los que iniciar de modo viable el proceso de crisálida. Al comienzo de la estación estival, esto es Junio o principios de Julio, la crisálida germina y los adultos emergen en primera generación con el resultado de que es aquí donde se produce el primer vuelo anual. Las huevas depositadas por las hembras de la segunda generación son más veloces en su eclosión, (4-6 días) aprovechándose de la circunstancia de temperaturas más elevadas. El ciclo se repite una vez liberadas las orugas. La tercera generación, (Agosto) no es completa ya que muchas permanecen en estado de diapausa.